Perfiles

Yo creía haberme abierto un blog, ¡otro más!, en compañía, pero parece que esto está siendo un monólogo de hiperbreves. ¿Alguien sabe algo de Nía? No. Me ha escrito un e-mail para comunicarme que ha abierto un perfil común en Facebook. Yo no quiero otro perfil en Facebook. Tengo siete cuentas de GMail, por el amor de Dios. Además, ¿de qué voy a hacerme fan si es conjunto? No me siento libre con su nombre junto al mío. Me coarta su simbólica presencia. Simbólica porque no aparece, claro. ¿Nía? ¿Estás ahí? Tronca, que encima creas el usuario, pones la foto y me dejas a mí el trabajo sucio de llenarlo de encanto. ¡Y con las opciones de privacidad en "Todos"! Si es que esto me pasa a mí por juntarme con impresentables.

Es lunes y todavía necesito otros cuatro cafés para terminar de abrir un ojo. Ya me sigo metiendo con el personal mañana, si es que no se me hinchan las pelotas de personalizar la cuenta esa que me han colado. Desidia y hartura es lo que siento al pensarlo. Asco, me da.