Me cansan las cotillas. Sobre todo las que creen saberlo todo y señalan con el dedo a blogueras que no conocen pero cuyos post atribuyen a otras blogueras que sí han visto, aunque su manera de escribir y de acometer la ortografía tengan más bien poco que ver, por no decir nada. Son tan aburridas... Te etiquetan, te encasillan, te juzgan. Por supuesto, no te lo dicen a ti. Pero lo más desconcertante de este asunto es que realmente piensen que no hay más lesbianas en el mundo. Incluso que den por hecho que una lo es. ¿Cuándo lo he dicho? Es más, ¿por qué se supone que digo la verdad?
Con lo que mola mentir.
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