domingo, 7 de febrero de 2010

2 become 2 (NO JODAS)

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Lo mejor que ha traído la crisis es el boom del Mercadona. Soy megafan, y más desde que ha sacado ese temazo que suena con las promociones por los altavoces. ¡Con razón pedían en Facebook que nos representase en Eurovisión! Me haría admiradora de todas las páginas que tiene esa canción. Algunas son tan ingeniosas que se oyen mis carcajadas desde la sierra, pero debo controlarme, que tanto fanseo me agota. En fin.

Hoy quería hablar de ese tema tan de moda que nada tiene que ver con parafilias: los siameses. O siamesas. Dícese de esas personas antaño entes independientes que se despertaron una mañana postcoital con sus extremidades por duplicado y una cabeza de más. Este fenómeno, comunmente conocido como "echarse pareja", es una enfermedad que afecta a toda la población, aunque de forma especial al sector lésbico, más expuesto a las tonterías del amor, de la amistad y del melodramatismo. Y no vayáis a compraros ahora parches de látex porque da igual. Este mal se manifiesta a través de pequeños pero esenciales síntomas que se resumen en uno solo: pronunciar hasta la extenuación la palabra "nosotros". 

Es que nosotros no podemos hoy porque Pedro Roberto tiene una cena y... ¿Y qué, pedazo de majadera? ¿Tú eres Pedro Roberto? NO. Pedro Roberto es tu novio. ÉL es el que no puede. Luego, ¡vete a tomar por el culo!

Perdónanos, es que nos olvidamos de llamarte y... A ver, a ver, a ver, ¿cómo que "perdónanos"? ¿A quiénes tengo que perdonar? Aquí sólo estás tú. ¿Quién es la otra? ¿Por qué no la oigo? ¿Por qué no la veo? ¡DIME, PUTA!

Cuéntanos, Eugenia María, ¿a dónde os iréis de vacaciones este año? ¿Se irán, quiénes? Pero ¿no hablas con Eugenia María? ¿Eugenia María sufre un trastorno disociativo? ¿Me he perdido algo o es que eres gilipollas, tía? (Este caso es doblemente revelador porque describe la interacción entre infectados.)

También podría hablar de sus costumbres. Mi favorita es la de quedar con una amiga, véase yo, para hablar de temas profundos y trascendentales. Hay dos versiones de la situación: aparecer sin avisar con su ladilla, cual híbrido; o escuchar paciente tu conversación para luego ir corriendo a narrarle tus secretos a su amor, con el que tiene que compartirlo todo, incluso los asuntos de personas que no le importan aunque tengan una amistad común. Porque ¿a quién se lo he contado yo? A ella, ¡no a su mierda de corazoncito! Así que ¡cierra tu jodida boca, hija de puta!

Otro día que me voy de aquí hasta la polla.

8 comentarios:

  1. Qué sabia es usted y cuanta razón tiene. ¡¡A la hoguera con tod@s ellos!!

    Cano

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  2. OMG!! Cuánta razón tienes. He tenido recuerdos por cada situación que representabas. A veces pienso que igual es porque nunca he tenido pareja... y a lo mejor yo también hablaría así... no sé. Pero, a mí me da mucha rabia.. espero no ser así cuando la tenga. Me acordaré de este post xd

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  3. Muy certera la apreciación del sector lésbico.
    Qué cachondeo de entrada, me has encantado :)

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  4. si hija si, esta vez tienes toda la razón. voy al FB a ver que se cuece...

    Y vale, ya responderé, pero tu avisame, ya sabes mi ajetreo habitual

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  5. Vale el 95% suele ser así pero tambien existe el 5% que estmaos hartas de que mis amigas queden sin sus novios para hacer "cosas de chicas" e invisten a mi novia o den por echo que todo lo que me cuentan mi pareja de cama en ese momento lo sabe y me hacen quedar muy mal.

    Yo soy una persona indivual este con quien este.

    Aroa

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  6. Ésa es otra de sus costumbres. Arg, odio a esa gente.

    Bienvenido sea el 5%.

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