jueves, 11 de febrero de 2010

Feminismos de mierda

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No me cae mal Erika Lust. En cierto modo, la admiro. Tiene un sentido estético intachable, su libro está muy bien maquetado y sus películas son elegantes, bonitas. Sus declaraciones acerca del cine para adultos transmiten cierta notoriedad a la industria, la acerca a los sectores de población más reticentes, a las pijas y a toda esa fauna encorsetada. Incluyó a una pareja gay en uno de sus films, sigue patrones cosmopolitas y huye del convencionalismo, apuesta por bellezas alternativas (con tatuajes, piercings) y recupera el rollo argumental de los setenta. Y hasta aquí. Esto es todo lo que puedo decir a su favor porque... ¡ODIO el lema ese que abandera, el denominado "Porno para mujeres"!

Vengo a hablar de ella porque hoy ha publicado en su blog comentarios que hacen acerca de su cine grandes profesionales del sector, por supuesto, masculinos. Encabeza el copy-past con su habitual ida por las ramas de la necesidad de otras voces y tal. No, mira. Nadie niega tu voz. Lo que negamos es esa etiqueta de "para mujeres" que te has colgado entre pecho y espalda. Yo soy mujer y no me pone nada de nada el porno que haces. Es más, ni siquiera lo considero porno. Para mí el porno es explícito, sucio, salvaje. Bizarrismo puro. Lo demás es erotismo, que tendrá su punto, pero no me incita a masturbarme. No, en principio. Ahora mismo no se me ocurre ningún ejemplo claro. Me viene a la cabeza el BDSM existencial de Maria Beatty, otra directora que tal baila, aunque de otro modo. No. Lo intento, pero de verdad que no. Me pasa como a la mujer de Max Cortés, prefiero ver chicas pequeñas sufriendo mientras les meten un rabo enorme por el culo. Eso me gusta, y me gusta ver a Max escupiendo y pegando hostias a las actrices que se folla. Y me gusta lo bestia que es Vidal cuando pisa una cabeza, y lo guarra que es Sasha Grey cuando hace gárgaras con el semen de los ocho tíos que se le han corrido en la boca, y las japonesas tetonas violadas en ascensores, y las desconocidas amateurs con más pelo en el sobaco que un mono. Me gusta la silicona, los transexuales, los culos con celulitis y las barrigas, las máscaras de gas y el látex, meter una cabeza en un váter y el pringue exagerado con comida. Me gusta todo eso y más, que tú no lo haces pero tampoco lo hacen ninguno de los otros directores españoles. El porno español me aburre. Las actrices son malas y todo se reduce al mete-saca corriente, quitando pequeñas escenas semi-extremas con spanking pero sin más. Y cada uno tiene su público, Torbe tiene su público, y tú el tuyo, y no tenéis nada que ver y aquí no pasa nada. Yo me voy a lo yanki y a lo japo, y tan feliz. No me importa que hagas un cine que no me excita. Lo que me importa es que lo tildes de lo que no es, y además de forma cansina. Perdona, pero no.

2 comentarios:

  1. xD. A esta chica le va a dar un algo. ¡¡El mundo está contra ella!! Sigo pensando en lo de no acumular tanta tensión.

    Nía, contesto a tu comentario... Ni Iro, ni tú me conocéis. Pero seguro que hemos coincidido algún día en la cola de un cine, nos hemos cruzado en la Gran Vía, comiendo en el mismo restaurante o tu empresa es cliente de la mía. El mundo es muy pequeño y está lleno de casualidades. A partir de ahora estaré alerta por si sois alguna de vosotras la que está en la mesa de al lado tomando café.

    Cano

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  2. Cano, eres una pesada.

    La Lust dice ahora en su blog que le conviene denominar así a su cine. Aquí cada uno se vende como le da la gana, eso está claro.

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