jueves, 18 de febrero de 2010

Eventos

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La semana pasada me invitaron a una fiesta fetish que me tiene loca. Se celebrará en unos meses y probablemente revolucione el concepto que se tiene de estos eventos en España, aburridos y poco estrictos en cuanto a dress code, en general. Su inspiración es el Torture Garden, referencia londinense en la que predomina la cultura de club, electrónica y baile. Es un gran punto de partida. Lo único que hay que se le pueda dar un aire por aquí es el Odarko, que es sólo para hombres y por ello me provoca una envidia de pene increíble (entre sus normas, prohibición de perfumes y colonias, no digo más). El evento del que hablo tendrá un código exigente, permitiendo sólo la entrada a personas en látex, uniforme, cuero, rollo deportivo o militar, sin importar lo hetero o maricas que sean, lo sucios que vengan o el tamaño de sus miembros. Se les permitirá bailar, beber, jugar y follar. Podrán mirar en la distancia o participar, lamer axilas sin depilar y comer coños sobre la barra, atar a su sumiso a una columna y servirse el pis del personal en sus copas. No se vende una orgía, sino una fiesta libre de verdad, con alcohol, música y buen ambiente. Lo demás, sea lo que sea, quizás venga, quizás no, pero está absolutamente permitido. Y eso mola. Deberían hacerse más fiestas así, y no de año en año. Aunque peor es nada.

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