jueves, 4 de febrero de 2010

Bestias

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No, en serio: la gente que se sigue poniendo de avatar a sí misma pocoyizada, ¿por qué lo hace? 

Hoy tenía algunos temas de los que hablar. Desde el último vídeo de Sasha y Stoya en Orgasmatrix, hasta la prohibición de la zoofilia en los Países Bajos, pasando por el único unfollow que me han hecho en Twitter por spoilear Lost. Bah. Estoy muy indignada. La piel increíblemente blanca de Stoya es maravillosa, inigualable, pero no la pueden poner a comer rabo con Sasha Grey porque no da la talla. Ya lo dice Fogardo en la página. De todas formas, lo que menos me gusta de la escena es la música. Malísima. Pero quedémonos con que el vello púbico está volviendo al redil gracias a Sasha. Te queremos, Sasha. No nos dejes por el cine convencional. Diosa, ten piedad.

El tema de los bichos, a ver. Soy partidaria del bestialismo cuando el ser humano es el sujeto pasivo. Lo contrario es bastante complicado de valorar, pero si un caballo te está penetrando por el culo, amigo, no estamos abusando de él. Recomiendo el documental Zoo. Estupendo. Pero a lo que íbamos: parece que el 80% del material pornográfico de contenido zoófilo está producido en los Países Bajos, donde hasta ahora no se consideraba una práctica ilegal siempre y cuando el animal no racional no resultara herido. Pues se acabó lo que se daba. Lo han prohibido, los hijos de su madre. Entre éstos y los australianos vetando las fotos de pechos pequeños porque pueden evocar contenidos pedófilos, empiezo a preguntarme si los enfermos son los practicantes o los que se dedican a aplicar su particular código moral a través de leyes que nos afectan a todos. Es que me cago en los medios de comunicación metiéndonos en el cogote la visión del pederasta abusador y asesino. Perdona. Tenemos muchas fantasías que no llevamos a cabo, bien por los valores que nos han incrustado desde pequeños, bien por lo que sea. Una persona puede tener fantasías con menores de edad, pero eso no quiere decir que se dedique a violar a los niños a la salida del colegio. Tú no escoges lo que te pone. Está en tu cabeza, por la razón que sea. Puedes masturbarte con ello y que todo quede ahí. Muchos le hemos deseado la muerte a alguien en algún momento y no vamos matando a diestro y siniestro. Es más, una lesbiana del siglo XVI no creo que fuese acosando a las mujeres en el mercado del pueblo. Se aguantaría, y con muchísima suerte encontraría a otras como ella. Hoy en día es más fácil lograr amistades afines a ti, a tus deseos. Como en todo, gente verdaderamente trastornada crea una imagen distorsionada de una filia común, pero eso es como decir que todos los vascos son etarras o todas las señoras se ponen una bolsa en la cabeza cuando llueve. Venga, hostia. Las atracciones son fuerzas mayores, superiores al raciocinio del que tanto presumimos. Personalmente, la pederastia no me parece una atrocidad teniendo en cuenta todos los siglos de matrimonios concertados entre niñas y señores. La sociedad va cambiando y eso está bien, pero lo que antes era normal y natural, ahora es enfermizo y todos deben adaptarse. No estoy de acuerdo. Esto provoca traumas, depresiones. No es fácil convivir con un instinto incontrolable e ilegal. Nos echamos las manos a la cabeza cuando apedrean a una mujer por llevar pantalones en Somalia, teniendo nosotros el carnaval sangriendo que tenemos en Semana Santa, las corridas de toros y toda esta cultura nuestra. No, mira. Somos una raza cruel, rastrera y carroñera por mucho cerebrito que tengamos. Me extraña que el perro siga siendo nuestro mejor amigo, la verdad. Porque da igual que en los países más civilizados ya no apliquemos garrote vil a la primera de cambio; con encender Telecinco a cualquier hora del día tenemos a nuestro alcance las formas más variadas de vejar a una persona hasta sumirla en una humillación pública constante donde su nombre, su reputación y la de su familia se devalúan hasta límites vergonzosos. No me vengas hablando de Somalia porque te tiro la puta tele a la cabeza. No me jodas, coño.

Y ya me he liado y me he vuelto a alterar. Este blog me consume.

3 comentarios:

  1. muy de acuerdo en muchas cosas, pero reirte, lo que se dice reirte, te ríes poco ¿no?

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  2. Está claro que no fui yo la que puso nombre a este blog.

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  3. ¿Y tú qué nombre le habrías puesto "Me cago en todo lo que se menea.com"?

    Cano

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